Mónica C. Abad.- El último libro de la Biblia no ha estado exento
de controversias, desde los primeros
siglos del Cristianismo, prueba de ello es la gran proliferación de textos que
sobre él han versado. Uno de ellos es El Apocalipsis
Glosado conservado en la Biblioteca Nacional
de Francia, con la signatura Ms. Français, 403. La fecha de su elaboración se
sitúa en torno al año 1250, y contiene el comentario insular al Apocalipsis más
antiguo. A pesar de las diferencias geográficas, artísticas y cronológicas, es
interesante cotejar la obra de Beato, de características similares, con este manuscrito, por lo que respecta a su
planificación similar. Forma parte de una familia artística que reagrupa las
compilaciones antiguas del Apocalipsis. En concreto, el manuscrito francés, 403
proviene de otros dos manuscritos, a saber, El Salterio de Evesham y El
Apocalipsis de Trinity College. Contiene una traducción glosada del Apocalipsis
muy extendida, transmitida, a su vez, por otras 23 copias independientes.
El
texto comienza en el verso noveno del capítulo I, por lo que Samuel Berger
considera que han desaparecido el principio del libro y el prefacio. Sin
embargo, en opinión de Félix Lecoy, el texto está completo y la supresión del
prefacio se debe a la voluntad del compilador. Además, el examen codicológico
atestigua que el primer cuaderno está completo y que las primeras palabras del
texto son introducidas por la única inicial historiada del volumen. Por otro
lado, el comentario que ha sido diseñado en origen para acompañar la
traducción, es la traducción de un texto que figura en la compilación latina
conocida bajo el nombre de Bible moralisée, cuyo manuscrito de Viena
ofrece un testimonio muy cercano al Francés 403.
Por lo que respecta a la historia
de la conservación, el manuscrito permaneció en Inglaterra hasta principios del
siglo XIV. Más tarde, entra a formar parte de las colecciones de Carlos V, lo
que constatan los inventarios de la Biblioteca de Louvre entre 1380 y 1424. Una nota
adjunta realizada por Gilles Malet indica que Carlos V prestó el volumen al
Duque de Anjou, regresando a Inglaterra como parte de los manuscritos de éste.
Posteriormente, fue comprado por Louis de Bruges, Lord de la Gruthuyse , cuyo hijo,
Jean de Bruges, fue el encargado de introducirlo en las colecciones de Louis
XII, apareciendo en los inventarios de la Biblioteca Real , a partir de 1544. A finales del siglo XIX
fue expuesto, junto con los manuscritos más preciados de la Biblioteca Nacional de
Francia en la gran galería de la misma.
El manuscrito está confeccionado
en pergamino y contiene 90 miniaturas de excelente calidad, realizadas con la
técnica de oro bruñido, dibujos en tinta marrón y lavado (rojo, amarillo,
verde, azul y marrón), atribuidas al Maestro de Sarum, topónimo latino que se
corresponde con el actual Salisbury, y, efectivamente, esta obra es una muestra
de la excepcional creatividad de la
corriente artística que triunfó a mediados del siglo XIII en las islas
británicas. De las 90 ilustraciones, 12
de ellas están repartidas dos por página en los folios que preceden y que
siguen al texto del Apocalipsis, ilustrando la vida de San Juan y 78 a media página, ocupando la
mitad superior de cada folio, por encima del texto del Apocalipsis.
El facsímil del Apocalipsis glosado se encuentra en proceso de pre-edición, durante el cual está vigente una oferta de bienvenida sencillamente irresistible para el bibliófilo devoto de este tipo de obras.