LA SINGULAR BIBLIA DE PAMPLONA
_____________________________________

La Biblia de Pamplona (que, en realidad, son dos) es un caso singular dentro de la tradición iconográfica de la Edad Media hispánica, pues reduce la presencia del texto hasta límites insospechados, confiriendo en cambio una relevancia casi absoluta a la miniatura, la cual ocupa entre la mitad y la totalidad de cada folio. El contenido de esta Biblia es, básicamente, visual, lo cual no significa que sea decorativo, todo lo contrario: las imágenes expresan un denso contenido teológico que, debido a la gran plasticidad que le imprimió el artista responsable de las mismas, alcanza una mayor efectividad sobre el lector. Este artículo publicado en la web Biblias analiza el proceso compositivo y la originalidad de este curioso códice.


CIVITATES ORBIS TERRARUM Y LAS VISTAS URBANAS

El Civitates Orbis Terrarum es una magna obra que comprende 6 volúmenes con más de 1000 páginas y 600 vistas y planos de ciudades. Desde el momento de la aparición de su primer tomo, fue considerado todo un hito del humanismo y la difusión del conocimiento a finales del siglo XVI. Está compuesto por las panorámicas de las metrópolis más importantes de la época, incluyendo muchas de las que, en su momento, pocos habían incluso oído hablar. Entre las vistas de las ciudades destacan Roma, París, Londres, Jerusalén, Moscú, Constantinopla (Estambul), e incluso México, Cuzco y muchas ciudades africanas y asiáticas.


 El Club del Facsimil



EL SPLENDOR SOLIS Y EL SIMBOLISMO ALQUÍMICO 

El Splendor Solis, considerado el más bello tratado de alquimia de todos los tiempos, se realizó en 1582. Se trata de una recopilación ilustrada de los tratados alquímicos anteriores. Sus ilustraciones lo convierten en el más refinado manuscrito alquímico, evocando la obra de sus contemporáneos Alberto Durero, Hans Holbein y Lucas Cranach. A su vez, es el primer gran libro ilustrado de alquimia que iconográficamente va a marcar una época. En efecto, nació con esa finalidad, la de ser la obra alquímica por excelencia, de tal manera que todos los libros posteriores que versan sobre este tema se basan en su iconografía, a la cual no dejan de remitir, de manera explícita o implícita.

EL TURISTA BIBLIÓFILO (II): SEVILLA

La ciudad natal de Bécquer, los Machado o Luis Cernuda no podía por menos que reservar varios de sus laberínticos rincones a la cultura bibliófila. Los apasionados por los libros y, especialmente, por los raros y curiosos, suelen circunscribir su lugar de peregrinación a Madrid o Barcelona. Sin embargo, es posible disfrutar de una rica tradición del coleccionismo del libro antiguo en otras ciudades como Valencia, Valladolid o Sevilla. Ésta última ofrece al turista bibliófilo una gran variedad de establecimientos que, aunque han ido cambiando de ubicación, mantienen una vida cultural y libresca, acorde con la tradición literaria de la que la ciudad hace gala. Incluso dispone de una Asociación de Amigos del libro Antiguo, donde se dan cita las más importantes librerías de viejo.

JOSÉ CARLOS CATAÑO Y LA BIBLIOTECA QUE SE VACÍA

Reproducimos, con el permiso expreso de su autor, un fragmento del libro de José Carlos Cataño "De rastros y encantes" (Universidad de Sevilla, 2011), donde se recogen las anotaciones que fue plasmando, a lo largo de los años, a propósito de sus expediciones por los mercadillos de libro usado, de lance, viejo o condenado al olvido, de no ser porque una mano amiga y amante pudo rescatarlo justo antes de enfilar el camino hacia el cadalso.

LA CRÓNICA DE SCHEDEL: UN PASO ADELANTE

En el año 1493, justo uno después del gran acontecimiento que iba a cambiar el rumbo del mundo, fue publicado en la ciudad de Nuremberg un libro singular: se trataba de una síntesis de la historia universal y de la humanidad, tal y como se conocía en la época, profusamente ilustrado. Se trataba del Liber Chronicarum (o Crónica Mundial), del físico y humanista Hartmann Schedel (1440-1514). Este libro fue publicado tanto en latín como en alemán, con lo cual se daba un paso decisivo en la consolidación del idioma germánico como lengua de cultura, en una época en que el latín era considerado el vehículo preferente de expresión elevada, tanto en el ámbito académico como en el estrictamente editorial.


EMILIO SDUN Y EL EDITOR COMO ARTISTA

El papel tradicional del editor se ha limitado hasta ahora a descubrir un talento literario, plasmar sus textos en un soporte papel y darlo a conocer al gran público de la manera más eficiente y masiva posible. Emilio Sdun rompe con esa imagen para depositar en el editor un papel mucho más relevante, cuando no protagonista. Los títulos que publica al frente de Prensa Cicuta son un excelente testimonio de lo que puede llegar a hacer un artista con el libro como objeto, casi como un fin en sí mismo: ediciones limitadas y sumamente cuidadas donde los materiales, los tipos y las encuadernaciones reivindican un lugar preeminente, elevando los textos a una nueva dimensión.

EL TURISTA BIBLIÓFILO (I): VALENCIA

Iniciamos un Grand Tour por las ciudades más bibliófilas de España para invitar a los amantes del libro usado, viejo, de lance o antiguo (subráyese lo que proceda) a programar sus viajes culturales con un buen mapa en la mano, pues la promesa de hallar tesoros en cualquiera de estos establecimientos resulta muy apetecible y tentadora. En esta primera entrega, recaemos en Valencia, una ciudad con una dilatada trayectoria editorial y librera donde destacan, especialmente, tres grandes polos de atracción para el visitante, zonas todas ellas en las que se concentran un buen número de tiendas dedicadas a esta materia.

LOS CUIDADOS DEL LIBRO ANTIGUO

Nuestra vida es efímera; no tanto la de nuestros libros antiguos, pero tampoco durarán eternamente. Nuestra biblioteca, siempre incompleta, pasará tras nuestra corta estancia en este mundo a nuestros sucesores. En algunos casos, la retendrán y quizás la quieran tanto como nosotros, pero en otros casos la venderán y ésta se dispersará. Lo que una vez fue nuestro, pasará a otras manos y el ciclo de la vida volverá a empezar. Pero aunque nuestros libros nos sobrevivan, es nuestro deber conservar lo mejor

EL PRIMER LIBRO MALDITO DE LA HISTORIA

Considerado un compendio de la sabiduría del Universo, ostenta el título de primer libro maldito de la historia. Se trata del Libro de Thot, atribuido a este dios egipcio. Creador de la ciudad de Hermópolis, esta divinidad representada con cabeza de Ibis o de babuino e instrumentos de escriba en las manos era la encargada, según la mitología, de medir el tiempo y regir los cielos. A él se atribuye la creación del primer calendario y el control de las crecidas del río Nilo. También patrón de los escribas, de las artes y de las ciencias, Thot fue el inventor de las palabras y, según la leyenda, codificó las ceremonias que llevaban a los muertos a transformarse en espíritus.

LAS MUY RICAS HORAS DEL DUQUE DE BERRY

Las muy ricas horas del Duque de Berry es, como su propio nombre indica, un libro de horas, es decir, un códice para uso personal de su propietario en el que figuran textos e ilustraciones que, a modo de calendario, le ha de proporcionar una guía espiritual para los quehaceres cotidianos. Este manuscrito, uno de los más renombrados de todos los tiempos, fue encargado por el duque Juan I de Berry y se encuentra custodiado en la actualidad en el Museo Condé en Chantilly, Francia, con la signatura Ms 65. Se trata de uno de los códices de referencia de la tardía Edad Media, por la profusión y excepcional calidad de sus miniaturas.

En esta época en que las imágenes tridimensionales y los píxeles nos asaltan por doquier, y las pantallas planas parecen querer adueñarse de la totalidad de nuestra experiencia cotidiana, el libro sigue ofreciendo un remanso para el espíritu y un lugar en el que se producen fenómenos que sólo en él se pueden dar. En ello, se parece a un altar portátil, como aquellos cofres con los que viajaban las reinas medievales a todos lados para poder rezar como si siguieran en su cámara privada.


César Ojeda nos acerca a la obra del pintor medieval Jean Poyer, quien supo trascender la rigidez típica de su época incorporando nuevos elementos debidos a los artistas italianos del primer Renacimiento. Este artista trabajó para tres reyes de manera sucesiva, viviendo una época de transición que se plasma en sus ricas iluminaciones. Su estilo, sutil y delicado, constituye una extraordinaria muestra de una técnica depurada y cuidadosa, lo cual podría explicar el limitado catálogo de obras que se le atribuyen. Con este texto, se inicia la colaboración entre el blog Odisea 2008 y dBibliofilia, de manera que nuestros lectores puedan conocer una primera pincelada del mismo y acudir a él en caso de querer ampliar la información.


Ahora que la inversión en bolsa se ha convertido en lo más parecido a la ruleta (rusa), hay quien puede estar tentado de depositar su dinero en un bien tangible, de un valor probado y con expectativas de generar en un futuro más o menos próximo un rédito suficiente: arte, antigüedades... ¿por qué no libro antiguo? De siempre, los libros han sido vistos como un depósito de confianza, de valores seguros e inmutables. Ahora bien, ¿tanto como para invertir en ellos los ahorros familiares? Traemos a escena opiniones autorizadas sobre la materia, tanto a favor como en contra, para general orientación.


 Libros al Albur



LA FALACIA DEL EX-LIBRIS

El ser humano tiene tendencia a "marcar" lo que cree suyo con un símbolo gráfico que transmita al vecino dicha presunta propiedad. Si esto puede resultar medianamente verosímil en el caso de una res, no está tan claro que pueda trasladarse al dominio de las palabras (que es lo que es, en esencia, un libro: una sucesión de palabras, de signos que transmiten ideas, todo ello inmaterial por naturaleza). Acometemos un breve repaso histórico del ex-libris para plantearnos, al final, cuál es el sentido último de un género que aspira a retener lo que huye, a asentar lo que es aéreo y a domeñar algo que, por esencia, no es menos intangible que el aire que respiramos.

LA PERDIDA EVIDENCIA DEL FACSÍMIL

En la esencia del facsímil está el inspirarse directa y absolutamente en un original venerado y venerable, al que se homenajea reproduciéndolo aun en sus más ínfimos detalles. Por ello resulta chocante, cuando no alarmante, que dicho concepto se haya visto sometido a tantos y tan desmedidos abusos a lo largo de los últimos años, y aun en la actualidad. ¿Se imaginan que en una tienda nos ofreciesen queso tierno como si fuese curado, o vino joven etiquetado como un Gran Reserva? Pues algo parecido se está produciendo en un sector tan prestigioso y selecto como el de los facsímiles...


Manía, obsesión, enfermedad... demasiadas veces se ha querido asociar la bibliofilia con un transtorno de la personalidad, cuando ante todo se trata (etimológicamente, al menos) de una pasión, de un afecto: de un amor. Más allá del furor coleccionista y la codicia acumuladora, el bibliófilo es, más que cualquier otra cosa, un devoto enamorado, y lo es de un objeto material, bello en su forma, cuidado en su confección y perfecto en su contenido. Icono del más alto saber, el libro se muestra ante los ojos del bibliófilo como un dechado de virtudes que lo hacen digno de culto. ¿Cómo va a ser eso insano?


ANATOMÍA DEL MERCADO DEL LIBRO ANTIGUO

En nuestro constante afán por contemplar todos los aspectos de la bibliofilia en España, reproducimos un fragmento de la conferencia titulada "Nosotros, los bibliófilos" de Joaquín González Manzanares, reconocido especialista en la materia, donde se repasan aspectos tan interesantes como el volumen real del mercado del libro antiguo en nuestro país, así como una disección del origen y el destino de los volúmenes que se hallan en poder de los libreros españoles.


Una publicación sobre bibliofilia no puede darle la espalda al mayor repositorio de libros que pueda concebirse: una biblioteca pública... Y si pensamos en la mayor biblioteca de la Humanidad (al menos, en términos cualitativos), su inclusión se convierte en un auténtico imperativo categórico. Más aún cuando, tras perecer bajo el pasto de las llamas, volviera a resurgir en pleno siglo XXI como heredera de aquella en la que se inspira. ¿Aún no hemos aclarado de quién hablamos? Claro: de la mítica Biblioteca de Alejandría...

HISTORIA MÍNIMA DE LA BIBLIOFILIA

Dentro del enorme espectro que cubre un concepto como el de "bibliofilia" se encuentran las llamadas ediciones de artista: libros ilustrados por un pintor relevante y publicados en tiradas reducidas, con criterios de calidad y vocación de permanencia. Candela Vizcaíno nos introduce en los orígenes de este tipo de ediciones bibliófilas, algo desconocidas para el gran público pero llenas de atractivos plásticos y estéticos.