Mónica Cobeta Abad.- La Sevilla natal de Bécquer, Machado o Luis Cernuda no podía por menos que reservar varios de sus laberínticos rincones a la cultura bibliófila. Los apasionados por los libros y, especialmente, por los raros y curiosos, suelen circunscribir su lugar de peregrinación a Madrid o Barcelona. Sin embargo, es posible disfrutar de una rica tradición del coleccionismo del libro antiguo en otras ciudades como Valencia, Valladolid o Sevilla. Ésta última ofrece al turista bibliófilo una gran variedad de establecimientos que, aunque han ido cambiando de ubicación, mantienen una vida cultural y libresca, acorde con la tradición literaria de la que la ciudad hace gala. Incluso dispone de una Asociación de Amigos del libro Antiguo, donde se dan cita las más importantes librerías de viejo.
Dejando de lado las disquisiciones entre libro usado, viejo, antiguo o de lance, adentrarse en las librerías de viejo de Sevilla supone una gran aventura. Podemos empezar nuestro paseo libresco en el barrio de Santa Cruz, en el Pasaje de Vila número 2, donde hasta hace seis meses se situaba la librería Trueque, que pertenecía a la tradición de librerías norteamericanas que encontramos en las ciudades más cosmopolitas. En ella se podían hallar ediciones de los años veinte y treinta e incluso alguna pieza exquisita. Paralela a la calle donde estaba Trueque, también estaba la librería de Antonio Castro, que posteriormente se trasladó al barrio de los Terceros, en la calle del Sol, número 3, donde su dueño, experto en libro antiguo, abrió una librería mucho más amplia, que reúne entre muchos otros, libros raros, antiguos y agotados, procedentes de sus viajes a Latinoamérica. En la plaza de los Terceros número 14 está la librería anticuaria del mismo nombre, con un amplio surtido de libros antiguos y de segunda mano. Muy cerca, en la calle Don Pedro Niño número 3, hasta hace unos años se situaba El Desván, quizá la librería de viejo más caótica de la ciudad. El dueño continúa llevando parte de sus ejemplares a las Ferias del Libro y al mercadillo de El Jueves. En la calle Feria, en la que también se situaba la desaparecida Rumaiquiya, quedan la librería Baena, de fondo antiguo, donde se pueden encontrar algunos libros exclusivos y una dilatada colección de cómics, y la librería Padilla, que también conserva un fondo de libros antiguos. Desde la calle Feria, para volver a La Campana hemos de pasar por la calle Correduría, primer enclave de la librería de Antonio Bosch que tenía por nombre Miau. Después de cerrar este local y pasar a vender sus libros únicamente por internet, volvió a la venta directa en la calle Águilas, y más tarde a la calle Don Alonso el Sabio número 8, lugar en el que se puede pasar un rato agradable entre libros, previa cita, pues no está abierta al público. Además de libros de temas generales, está especializada en temas locales.
Una segunda zona de librerías es el Pasaje de los Azahares. En el número 21, la Librería Alejandría reúne libros de segunda mano y novedades editoriales. Se trata de un espacio pequeño, pero muy interesante. La mayoría de sus ventas se realizan por internet. En este pasaje peculiar de Sevilla también se sitúa la librería Torre de Marfil, concretamente en el Pasaje los Azahares, casa B, 4ª planta, estudio nº 2 . Especializada en la Guerra Civil y la literatura hispanoamericana, es frecuentada por poetas y autores significativos.
Más alejados del centro podemos mencionar varios establecimientos. En la Cruz del Campo localizamos la librería Rocid, en la calle San Rafael, número 8, dedicada a libros de segunda mano y coleccionismo de papel, cómic, diarios antiguos, sin tienda abierta al público, pero que dispone de pagina web, a través de la cual se puede realizar el pedido. En pleno barrio de Triana, en la calle Castilla, número 47, nos encontramos con la librería Don Cecilio, dedicada asimismo a libros de segunda mano. Cerca del barrio de San Lorenzo, en la calle Martínez Montañés, número 4, la librería Sur dispone de un fondo de libro usado, destacando en las disciplinas humanísticas, historia, literatura, arte y música. Curiosamente el establecimiento Laurence Shand Grabados, sito en la calle San Vicente nº 80, al contrario que las librería de viejo más antiguas de Sevilla que se han alejado del centro, a partir del septiembre de 2012 se establecerá en la calle Bailén, junto al Museo de Bellas Artes. Está especializado en la venta directa y por internet de grabados datados entre el siglo XV y XIX, e incluso del siglo XX.
Para completar este itinerario libresco, mencionaremos dos referencias claves de gran tradición que cualquier persona que visite Sevilla con interés bibliófilo debe visitar. La primera es la librería Renacimiento, el punto de partida de este itinerario si estuviéramos a finales de la década de los 80, pues estaba situada en pleno barrio de Santa Cruz, en la calle Mateo Gago. Su dueño, Abelardo Linares, se convirtió desde finales de los 70 en uno de los editores esenciales de la poesía española, dando nombre a la revista literaria y que mantiene la editorial que representa. Actualmente, se ubica en un gran almacén del Polígono Nave Expo número 17 del municipio sevillano de Valencina de la Concepción. La venta se realiza casi exclusivamente por medio de su catálogo en internet. Posee un fondo de más de un millón de volúmenes, pues en 1995 adquirió la librería de Eliseo Torres. Reúne una fortuna en incunables, piezas únicas que forman el patrimonio particular más importante del coleccionismo español.
La segunda referencia es un mercado de calle con historia y muchos años de antigüedad. Recibe el nombre del día de la semana en que se celebra, el jueves. Se instala en la calle Feria y aunque su época dorada fue en torno a los años 30, sigue mostrando al público libros antiguos y de segunda mano todos los jueves del año.
Si con esta ruta libresca hemos conseguido despertar el interés de los amantes de los libros, nos atreveríamos a sugerir además, la época del año más apropiada para perderse en ella. Desde 1977 se viene organizando la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla, entre los meses de noviembre y diciembre. Situada en la Plaza Nueva, y organizada por la Asociación Amigos del Libro Antiguo, nos ofrece la posibilidad de rebuscar entre libros raros o descatalogados pues las librerías citadas muestran en ella buena parte de sus colecciones.